La profundidad operacional fue de entre 18 y 20 metros. La U.S.Navy ya usaba aire enriquecido desde 1959. La aplicación regular de estas mezclas por la U.S. Navy comenzó en 1962, con el sistema MK VI. De hecho esto fue narrado en uno de los manuales de buceo autónomo en 1957, donde decía que el camino más obvio para disminuir la descompresión era fomentar la presencia de oxigeno.
En 1970, el Dr. Morgan Wells (Ph.D. de NOAA) comenzó a experimentar con Enriched Air Nitrox durante operaciones de buceo. El Dr. Wells estandariza una tabla para buceo con Nitrox I (32% O2). Originalmente publicado en el manual de NOAA, de 1978, La mezclas de Nitrox NOAA, han sido usadas por miles de buceadores.
La segunda mezcla a ser estandarizada fue el Nitrox II (36% O2), las tablas fueron publicadas en 1990. Richard Rutkowski, Diving Coordinator de NOAA, que trabajo con el Dr. Wells, fundo y coordino la NOAA Diving Training and Diver Treatment Facility, y fue uno de los primeros en enseñar Nitrox para el buceo recreativo.
TRIMIX
Los limites prácticos de las operaciones de buceo con aire fueron establecidos en 1915 cuando el USSF-4 de US.NAVY fue recuperado de una profundidad de 92 metros. Los buceadores de la marina americana no consiguieron trabajar a esta profundidad, mas allá de la penalidad descompresiva que limito el tiempo de fondo apenas 10 minutos.
En 1919, un inventor llamado Elihu Thomson especulo que el helio debía ser un sustituto apropiado en mezclas respiratorias para buceo. Estimó que se ganaba un 50% en la profundidad máxima operacional. En esa época el gas helio costaba e torno de U$S 85 el litro, lo que tornaba inviable su utilización. Años mas tarde fueron descubiertas minas de gas natural que producían helio, lo que redujo su precio para menos de U$S 0.10 por litro.
En diciembre de 1937, Max Nohl estableció un nuevo récord de profundidad respirando heliox, realizando un buceo a 129 m. en el lago Michigan.
Tiempo después la marina americana realiza buceos simulados a 154 m. La prueba de fuego del helio vino con el hundimiento de submarino USS SQUALUS en 1939, a una profundidad de 74 metros durante la operación de rescate un buceador con aire no fue capaz de reparar un cabo de conexión utilizando una campana de rescate. Hubo que lamentar de la muerte de 29 tripulantes, pero el uso de helio permitió el rescate de otros 33 hombres, así como la ejecución de mas de 100 buceos sin la ocurrencia de incidentes. Esto demostró que el helio era una alternativa viable para las operaciones de buceo profundo.
El futuro
Como los buceadores están buscando cada vez mayores profundidades y mayores tiempos de fondo el uso de mezclas de gases cada vez tiene mas importancia.
La búsqueda por nuevas alternativas no para por ahí, hace varios años los científicos buscan mejores mezclas que las conocidas como por ejemplo hidrógeno y oxigeno (HIDROX) son objeto de experimentación desde hace mas de 50 años, pero el riesgo de explosión de esta mezcla ha dificultado su aplicación comercial.
Algunos buceadores técnicos vienen experimentando con mezclas a partir de neón y argón, como una forma de disminuir los tiempos de descompresión en los buceos más profundos, pero sin ninguna conclusión relevante hasta el momento.
Conclusiones
A pesar de traer diversas ventajas, el buceo con mezclas genera nuevos riesgos para el buceador y es fundamental la disponibilidad del entrenamiento por profesionales idoneos.
Si se pretende realizar buceos profundos, o que requieran etapas de descompresión, no lo piense dos veces, la forma más segura para realizarlos es hacer un curso con un profesional entrenado para dar cursos de esas especialidades.
Alias: enbas buceo